Haruko Ichikawa: Houseki no Kuni y los misterios del corazón
Parte 1 de 3 de Apuntes de Houseki no Kuni
Cuando era niño quería ser paleontólogo. En la universidad me encamine a las ciencias de la tierra, los fósiles y minerales me resultaron muy misteriosos. Siento en sus cristales hay una reminiscencia de otros tiempos y sentimientos no articulables.
Desde hace tiempo he querido escribir una entrada sobre Haruko Ichikawa, la autora de Houseki no Kuni. Tiene una maravillosa entrevista acerca del misterioso concepto de suiseki.
Oh no, there are stones more hamburger-like than you could ever imagine. I take these home, sort them, put them away, then occasionally take them out to observe. With minerals, how rare it is, the shape and beauty in colour is important, but with stones it’s all about likening it to something else. I’ve recently started…..do you know ‘suiseki’?
Haruko Ichikawa
La obra de Haruko Ichikawa es como un acto de compasión a las piedras. Ella es una oráculo en la orilla del mar, recoge la prima materia atrapada en el espejo de las olas, sostiene la arena pálida y reúne los cantos rodados, las conchas marinas, los ópalos turquesas de las botellas, los pedacitos del coral, el polvo de las estrellas. Houseki no Kuni captura estos mensajes, los insectos de coral, los misterios del corazón.
Es posible Houseki no Kuni sea un texto budista para nuestra época, pero ignoró mucho de su profundidad simbólica, sólo rescato su ambigüedad en el diálogo entre sus luces y sus sombras. Tal vez esta ignorancia me ha permitido verla por lo que es.
I’ve been looking for stones with beautiful curves. I would expose the stones to water; the surface of the stone would then change and mature. I would then observe the stone whilst fantasizing about it. Suiseki is a terrifying world. But stones said to be masterpieces are truly amazing. The stone emperor Godaigo saved due to its importance during a fire really does have a unique feeling to it.
El acto de Houseki no Kuni involucra ciclos que duran siglos, sus personajes son gemas, inmortales, quienes no envejecen, no cambian, pero están sujetas a su estructura cristalina, a su hábito, se rompen, se hacen polvo. El protagonista es Phos (Fosfofirita) cuya consistencia es frágil y es considerado como un inútil. Pero Phos es curioso y a palabras de Sensei un niño amable. Se le encomienda escribir a Phos una enciclopedia de la isla dónde viven, en un acantilado se encuentra con Shinsha (Cinabrio) una gema cuyas inclusiones de mercurio la vuelven tóxica al lado de otras gemas. Shinsha se ha convertido en un ermitaño a la orilla del mar, optando a la soledad, pues no hay alivio para su condición. Phos le promete a Shinsha hallarle un trabajo que sólo Shinsha pueda hacer.
Phos de alguna manera busca articular los insectos de coral, la profundidad del corazón a través de la acción, porque se considera a sí mismo débil e inutil, su sacrificio proviene de un lugar de culpa y odio propio. En el instante de su reunión con Shinsha, su amabilidad brilla más que la luna. Desde luego, está acción hace que Phos se meta en aprietos. Su anhelo de volverse más fuerte y cumplir la promesa con Shinsha lo convertirá en el vehículo del cambio, se volverá más fuerte, ¿pero a qué costo? Phos se quebrará en pedacitos, multiples veces, en el proceso perderá partes de su identidad, tal vez para siempre, hasta volverse irreconocible del punto de inicio, el niño amable que conocímos ya no será más.
A través de sus páginas, Ichikawa infunde sus paneles con un sentimiento de perdida irremediable, a medida Phos desciende y se fragmenta. Es un proyecto de aprendizaje hacía la madurez, dónde se mezclan todos los colores del arco-iris, el corazón humano es una cosa compleja. Algunas páginas me han recordado a 2001: Odisea Espacial de Arthur C. Clarke. Un subtitulo adecuado para Houseki no Kuni sería el fin de la infancia.
Houseki no Kuni es una obra de ciencia ficción o ficción especulativa. Es un relato que ocurre en el futuro, donde la humanidad ha pasado por una serie de cataclismos, el impacto de meteoros han fragmentado la Tierra, los remanentes de la raza humana han quedado distribuídos en tres recipientes, el hueso, la carne y el alma. Respectivamente, son las gemas, la gente del mar y la gente lunar. Las vidas calmadas de las gemas son asediadas de vez en cuando por la gente que viene de la luna. Sí bien las gemas son inmortales, la gente lunar aparece para raptarlas. Una especie de muerte aparece en esta ambigüedad, las desapariciones de sus compañeros produce en las gemas un increíble dolor. Las gemas se hallan inmersas en este conflicto desde hace milenios. Phos no es combatiente, pero su tarea de compilar una enciclopedia lo llevará a consultar a la gente molusco bajo el océano y desentrañar los misterios de la gente lunar.
There’s a rule, you see. The stone mustn’t be reshaped. You must look at the stone and just single-mindedly fantasize about it. If this stone were a planet; if perhaps I were living just around there….
En la entrevista, Haruko Ichikawa explica el mundo de suiseki (piedra de agua) una practica de contemplación donde ves la evolución gradual de una piedra, a medida sus surcos reciben el suave tacto del agua, imaginas sus protuberancias, articulas su corazón. Siento este proceso resalta mucho la esencia de Houseki no Kuni donde el cuerpo de las gemas está sujeto a la rigidez del reino mineral, sin embargo, a través de ellas se expresa el flujo del cauce de la impermanencia.